La noche del 24 de julio de 1783, nacía en Caracas- Venezuela, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, hijo legítimo de Juan Vicente Bolívar y doña María Concepción Palacios. Recibió las aguas bautismales, siendo su padrino el Dr. Juan Félix Jerez y Aristeguienta, quien en un arranque de emoción y profunda psicología, anunció que había nacido para la Historia de América otro "MACABEO", para dar la libertad a su pueblo. Entre sus
maestros se destacó el sabio profesor Simón Rodríguez, compañero de Humboldt y Bonpland, el padre Andújal y los ilustres pedagogos Negrete, Guillermo Pelgrón y Andrés Bello. Principalmente se engendró en su ánimo y se fraguó en su corazón el ideal de igualdad y libertad, como una verdadera primicia y síntesis de enseñanza de estos proficuos maestros, enfáticamente hicieron garra en la personalidad de Simón Bolívar, las enseñanzas de Simón Rodríguez, quien dejó la huella imborrable de la lucha por la libertad.
Antes de cumplir 14 años de edad, fue cadete del Regimiento de las Milicias de Aragua, y figuró entre los 15 subtenientes del Batallón de Voluntarios Blancos. A los 16, viajó a España para ingresar en un colegio, en donde se especializó en Filosofía y Política, aunque para estas últimas matrices mucho tiene que ver su autoeducación. Después de regresar de presenciar las festividades desarrolladas en honor a Napoleón Bonaparte por haber conseguido la paz de Amiens, contrae matrimonio en España con la espiritual damita María Teresa Rodríguez del Toro y Alaysa, al cabo de pocos días se traslada con su esposa a Caracas, en donde fija su residencia; pero el destino le sorprendió con una grave prueba, el 22 de enero de 1803 fallece su entrañable esposa, después de llevar un matrimonio feliz de 10 meses. Regresa otra vez a Europa, en Francia presenció la coronación de Bonaparte; en compañía de su amigo y maestro don Simón Rodríguez se dirigen a Italia, ascienden al Vesubio, visitan la isla de Capri, por fin van a Roma. Desde la Ciudad Eterna, se dirigieron al monte Sacro, escenario del juramento inmortal que la historia lo ha recogido como un ejemplo de patriotismo verdadero y práctico; sincero, franco, y como exaltación a la constancia y palabra comprometida. Al respecto don Simón Rodríguez, narra: Bolívar hablaba de su tema favorito" LA EMANCIPACIÓN DE AMÉRICA". Bolívar se quedó pensativo un momento- añade- de pie, húmedos los ojos, palpitante el pecho, enrojecido el rostro, con una animación casi febril, me dijo: ¡” Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor, juro por la Patria que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma hasta que se hayan roto las cadenas que nos oprimen del poder español.
He aquí el compendio de la obra gigantesca de Bolívar, este juramento fue la filosofía y directriz prácticas de su vida de político, militar valeroso y aguerrido, de hombre pundonoroso, amante de la verdad y abominante del engaño y traición al pueblo. Bolívar, hombre excepcional, convertido en todos los pueblos y latitudes del mundo; político honrado y sincero, internacionalista, guerrero, literato, legislador, sabio, sociólogo desprendido, ejemplar ciudadano. Nació el Libertador en esta fecha como hoy, para dignificar a la América. Los pueblos que cosecharon el fruto de este genio, con sobrada razón dejan entrever su gratitud inmortal, celebrando su NATALICIO, con fervor y entusiasmo, con alegría dando testimonio de reconocimiento sincero y perdurable para que esa augusta personalidad como la de Simón Bolívar.
No tenía razón de ser tanta lucha, trabajo incansable, sufrimientos, riesgos de Bolívar y sus gentes, para legarnos libertad, si vamos a seguir oprimidos, si no por el yugo español, peor todavía que esto: el hambre, la miseria, los malos gobiernos, la anarquía de los pueblos, la desatención a las necesidades apremiantes de las ciudades en donde viven miles de americanos; nos dio Bolívar el camino para la liberación de la esclavitud y saldremos de ella, cuando todos aportemos en el resurgimiento socio-económico-cultural de nuestros pueblos, vieron pasear en antaño la egregia figura de Bolívar.
Bolívar, el Libertador de América, dejó a cinco naciones una herencia inmortal, la libertad e independencia. En esta fecha los pueblos bolivarianos, recuerdan el NATALICIO del "más grande de los nacidos bajo los cielos de América". Los pueblos redimidos por el genio de Bolívar, deben sentirse identificados plenamente en el afán de la unidad, como base de grandeza común, tal como lo preconizó el Libertador.
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